ALMONACID DE LA CUBA. Una presa romana al abrigo del Aguasvivas. (Artículo publicado en la revista AL SUR DEL EBRO Nº 1)
Solo por ver esta impresionante presa merece la pena desplazarse hasta Almonacid. Es indudablemente la obra hidraúlica más importante de toda la comarca de Belchite y de una grandiosidad excepcional, aunque poco conocida. Desde el año 2001 es Bien de Interés Cultural.
La construyeron los romanos en el siglo I y estaba formada por tres arcos rebajados que se apoyaban en dos contrafuertes intermedios y en los estribos actuales. Esta construcción tuvo problemas desde el principio y fue reconstruida en tiempos de Trajano. La presa que podemos ver ahora es el resultado de una serie de reparaciones, que no son muy estéticas pero si resistentes. Tiene una base escalonada y en la parte superior un aliviadero u ojo de la cuba, por donde pasa actualmente el agua del río.
A comienzos del siglo III casi está en un abandono total, pero es recuperada por los árabes para su rico sistema de riegos. El embalse se va colmatando hasta que en el siglo XVIII es solamente un azud. Hacia 1940 se intenta utilizar el agua retenida y se dinamitó el desagüe del fondo, lo que produjo un corrimiento del terreno que puso en peligro la estabilidad de la presa, quedando cerrados los desagües y abandonándose la idea de reutilizar la presa. La zona colmatada se convirtió en campos de labor.
La presa está encajada en un barranco de gran profundidad del río Aguasvivas Tiene 34 metros de altura y un vaso con capacidad para siete hectómetros cúbicos. La longitud de coronación es de 104 metros. Se construyó para riegos y alimentaba la acequia madre de Belchite siendo un elemento clave del sistema económico de la zona. Por su gran importancia se realizaron tantas reparaciones para mantenerla en uso y se podían regar 7000 hectáreas.
Durante 1200 años fue la presa más alta del mundo hasta el siglo XIV, cuando se construyó la presa de Kurit, en Irán, de 60 mts de altura que la superó.
Tan impresionante era que asombró a viajeros de todas épocas. El cronista musulmán Al Udri (1003-1085) escribió:“Entre los distritos de Zaragoza está el distrito de Balsar (Belchite) en el que se encuentra el hisn al-Munastir (Castillo de Almonacid), que se conoce con el nombre de Sudd Bani Jattab (Presa o azud de los Banu Jattab). En este distrito hay una fuente que da agua en abundancia y tiene una presa. Cuando sus vecinos quieren soltar el agua, la sueltan y cuando quieren retenerla la retienen y no corre. Así lo dispusieron los antiguos e hicieron correr el agua a través de una roca horadada para retenerla o hacerla correr. Está a treinta millas de la ciudad de Zaragoza”.
Antonio Ponz , en su libro “Viaje de España” , de 1788, escribe:”A cierta distancia del pueblo hay un antiguo argamasón de cal y canto que llaman la cuba de Almonacid: cruza el barranco del mismo nombre y apoya por los lados en dos montes de peña viva, que forman una garganta. Su largo es de unas cien varas y de diez su espesor en la parte baja, con fuerte estribo. Es este un receptáculo donde, elevadas las aguas, tienen salida en su parte superior, introduciéndose en una acequia que sirve a un molino inmediato”
De la presa salía un canal tallado en la roca que alimentaba dos cercanos molinos harineros, uno del siglo XV y otro del XVIII, que todavía existen y tienen un gran interés.
El año 1995 la Confederación Hidrográfica del Ebro limpió la maleza. El verano del 2003 se hicieron obras de acondicionamiento, se pusieron focos para iluminar la presa y varias pasarelas con el fin de facilitar su visión, así como paneles informativos. En las cercanías se creó una zona recreativa con juegos infantiles, fuente, barbacoas, etc.
Desde la presa hay una magnífica vista de la localidad, con pintoresca panorámica.
El paisaje es impresionante y además de su encanto puede convertirse en un espacio de aventura, bien bajando con cuidado hasta el cauce del río y recorrer un tramo o subiendo al cercano monte Lobo, desde donde se ve la gran llanura esteparia de Belchite.
Muy cerca de la presa y aguas abajo, en las cercanías de la Ermita del Pueyo, existió una ciudad romana, de unos 1500 habitantes, que podría tener cierta relación con la presa. Todavía no se ha excavado pero han aparecido restos de termas, una necrópolis y algunos mosaicos.
Un espectáculo curioso ocurre cuando el Aguasvivas baja crecido y el agua “ brinca la Cuba” cayendo en una impresionante cascada desde lo alto de la presa con estremecedor ruido.
Para conocer mejor esta presa recomendamos la lectura del documentadísimo libro “La Presa de Almonacid de la Cuba ” Escrito por varios autores y editado por la Confederación Hidrográfica del Ebro y el Gobierno de Aragón en1996.
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