ALMOCHUEL. Un embalse desconocido de gran interés naturalístico. (Artículo de la revista AL SUR DEL EBRO Nº 1)
El embalse de Almochuel constituye un interesante y sorprendente espacio situado en el árido paisaje estepario, como una isla de agua en un mar de tierra. Numerosos tamarices pueblan sus orillas y tiene una caseta con pasarela que le da un extraño aspecto. La llana estepa cerealista que lo rodea es un paisaje poco apreciado pero que tiene gran interés naturalístico y botánico. Es hogar de numerosas aves esteparias como las moñudas, calandrias, alondras, terreras, trigueros y pardillos. El contraste de este embalse con su entorno le da un encanto especial pues a la calma, los colores, los olores, los matorrales, los vastos horizontes de estas estepas.... se le añade el agua.
El embalse es utilizado por vecinos y visitantes como lugar de esparcimiento donde disfrutan agradables momentos paseando tranquilamente por sus orillas o pescando, pues se encuentra cerca de la localidad, a un kilómetro y medio por el Camino de Quinto, en una zona alta desde la que se divisa parte de la localidad entre campos de cereal y olivos.
El pantano de Almochuel, conocido por la Hoya, era una antigua balsa endorreica salada, de las varias que había en esta zona esteparia. Como el paisaje es bastante llano, el suelo arcilloso y llueve poco, se forman pequeñas lagunas saladas por la presencia de yesos y sales en el lugar, de las cuales quedan todavía la cercana Salada de Azaila , y la Hoya del Duque (Puebla de Hijar), entre otras. Al otro lado del Ebro también hay un grupo de lagunas saladas.
A mediados del siglo XIX se pensó en utilizar esta balsa para riego aprovechando que el río Aguasvivas pasa muy cerca y lleva poco caudal la mayor parte del año. Se solicitaron unas concesiones para dicho fin, pero como la obra no se ejecutó, caducaron en 1881. La idea la vuelve a retomar el plan Nacional de Obras Hidráulicas de 1902 donde se incluye entre las obras a realizar, y por fin se construye según proyecto del ingeniero R. García Ochoa, poniéndose un cierre a la laguna y reforzándose las paredes de arcilla con losetas de hormigón, entrando en servicio en 1914. Para mantener un caudal de agua suficiente se derivó un canal de 11 kms desde el Aguasvivas, que recorre el término de Vinaceite hasta el embalse. Con estas obras el agua salada se fue volviendo dulce. Actualmente se aprovecha para producción de energía y riego (fundamentalmente de olivos), mediante una acequia que partiendo de la caseta o torre de agua existente, por debajo del pantano, discurre hasta el pueblo de Almochuel, llevando suficiente agua a los riegos de Azaila. Pascual Madoz escribía en el siglo XIX que las aguas del Aguasvivas producían el aceite más dulce de Aragón.
El vaso del embalse tiene una capacidad de 1,3 hectómetros cúbicos, y ocupa una superficie de 22 hectáreas, con presa de 14 metros de altura. La longitud de coronación es de 1.131,21 m. y hay un aliviadero de tipo lámina libre que permite el paso de un caudal máximo de 30 metros cúbicos por segundo. La caseta del agua se construyó en 1966.
Este embalse es un lugar donde tradicionalmente se ha ido a pescar. Desde hace unos años ha sido elegido por el Departamento de Medio Ambiente para la realización de actividades deportivas de pesca, ya que se encuentra relativamente cerca de grandes poblaciones y se han realizado concursos de pesca deportiva
Hoy en día todavía se acerca algún pescador de la zona para pasar una agradable mañana. Las especies más comunes son el barbo, carpa , perca y cangrejo americano, que constituyen una plaga pues es muy resistente y ha acabado con el autóctono.
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