Artículo sobre el gran corredor de Plenas, ELISEO GRACIA MARTELES
Artículo aparecido en
Crónica del Campo de Belchite nº 15
5-agosto de 2008
http://www.redaragon.com/cronicas/belchite/noticia.asp?pkid=430714
"Tirad, que los pollos son para el de Plenas"
PLENAS Eliseo Gracia Marteles fue un corredor pedestre
En estas fechas veraniegas, cuando la mayor parte de los pueblos celebran sus fiestas, conviene recordar que, durante años, las corridas del pollo, es decir, las carreras pedestres, eran uno de los actos más importantes. El nombre indica que el principal galardón era uno o varios pollos de corral.
Eliseo Gracia, nacido en Plenas en 1923, conoce a la perfección esta tradición por haber sido protagonista de excepción. Eliseo, que hasta hace poco desempeñó trabajos duros en la agricultura, empezó a correr con 22 años. "Me estrené en las fiestas de Plenas en una corrida de 5 km. No había corrido nunca. Del pueblo, salimos un cuñado, un amigo y varios más y uno de Monforte, Eugenio, que llevaba fama. Le gané descalzo, aunque llegué con los pies llenos de sangre. No he tenido nunca miedo", relata Eliseo Gracia.
A partir de entonces, participó en los pueblos de alrededor y casi siempre como ganador. Durante 10 años, en esta zona, "solo me ganó Alejandro Pérez, de La Cartuja, en Moyuela y en Azuara, y Royo, de Berges, en Belchite en una carrera de 21 km. Llegamos casi iguales, pero me daban el premio a mí. No lo acepté porque él puso la mano en el hombro del alguacil primero", recuerda Eliseo.
En su currículo cuenta Belchite, Azuara, Letux, Moyuela, Villar de los Navarros, Muniesa y la Ronda de Zaragoza, con muchos profesionales, donde quedó quinto. Compitió con corredores de la talla de Alejo y Cipriano Romero (Villar), Fontanillas (Alcaine), Royo (Berge), Corato (Monforte), Sierra y otros. Siempre por libre, menos dos veces en Zaragoza que lo hizo con el Club de Regiones Devastadas de Belchite. No entrenaba, ya que le bastaba con su trabajo y la caminata a Moyuela, que cubría en cinco minutos. Era un corredor de extraordinario físico y mucha resistencia. Comentan los vecinos de Plenas que la primera vuelta llegaba el último, salvo que hubiera prima, en cuyo caso se escapaba.
En Belchite y Letux recibió alguna vez dinero como premio. Sin embargo, lo habitual era ganar los pollos, para lo cual, al final era obligado cumplir con el rito tradicional requerido. "Tenías que bailar la jota. Si no, no te daban los tres pollos. Mi madre tenía el corral lleno", comenta Eliseo, quien también evoca su seguridad, la táctica de asustar y dosis de ironía cuando en las carreras decía a los participantes que le adelantaban: "¡Tirad palante, que en la última vuelta se verá que los pollos serán para el de Plenas!".
MANUEL VAL
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